Agua Micelar Garnier Sensitive; Rutina de limpieza facial.

Desde hace algún tiempo no puede faltar en mi baño un bote de agua micelar. Este producto cada vez es más demandado por los profesionales de la belleza puesto que es la forma más cómoda y fácil de desmaquillar,  limpiar y suavizar todo el rostro y sin aclarado. Es por ello que las grandes marcas cuentan todas con su propia agua micelar debido a que sus resultados son visibles y eficaces.

El agua micelar aparte de quitar el maquillaje nos va limpiando el cutis de toda la suciedad del aire, por lo que no debemos usar más productos de limpieza.

Gracias a la campaña de Trnd  he podido probar el agua Micelar  Garnier sensitive. Apta para mi piel que es muy sensible. 

Razones por las que  el agua micelar no puede faltar en mi baño.

Limpieza: Sus moléculas, también llamadas micelas, son capaces de atraer la suciedad y el sebo del rostro, aislarlos y transportarlos a través del agua. Y lo hacen de una  forma nada agresiva para el cutis puesto que no tenemos que frotar ni aclarar.

Hidratación:  Además de la limpieza, el agua micelar nos hidrata, cierra los poros y calma la piel. También es ideal  para aplicárnosla  cuando tenemos el rostro cargado, después de un buen entrenamiento o de un día de playa o montaña.

También sirve en ojos y labios: Algo que me gusta mucho es que además se puede emplear para quitar el maquillaje de los ojos y los labios ya que este tipo de agua está formulada sin alcohol  ni parabenos por lo que su uso en zonas sensibles está totalmente recomendado.

Pueden usarse a diario todas las veces que sea necesario puesto que no nos irrita ni daña a piel. Yo normalmente la uso por la mañana antes de comenzar la rutina y por la noche para dejar descansar la piel.

La importancia de limpiar el rostro.

Debemos de realizarnos siempre una limpieza puesto que en el día a día la piel evapora agua y al hacerlo capta las micro partículas que están en el aire y se van pegando a la piel. A su vez se va formando una película de grasa y a eso hay que sumarle el sebo y las células muertas que vamos produciendo. Al final si no limpiamos nuestra piel llegamos a la noche con una película de grasa transparente que no vemos pero que poco a poco nos va haciendo daño.

Además debemos de adoptar como rutina  limpiar la piel antes de dormir porque de lo contrario  con el paso de los días amaneceremos con ojeras, retención de líquidos y  poco a poco el envejecimiento se irá haciendo más notable.

Al hacer bien una limpieza, obtenemos una piel mucho más luminosa y  ralentizamos el envejecimiento.